5 de Agosto de 2021 –
Un curso de milagros solo fue el comienzo.
Supe incluso entonces que habría que realizar acciones en la tierra.
No obstante, mi enseñanza fue transmitida plenamente a las mentes que fueron
suficientemente bondadosas para darle la bienvenida.
Esa fue la primera etapa. Pues tuve que crear un lenguaje unificado
y transmitir las ideas de manera clara, una y otra vez,
hasta que los obstáculos que impedían comprenderlas fueron retirados en la mente dividida.
El proceso de recepción de la enseñanza también fue fascinante,
porque mis estudiantes alcanzaron la excelencia en su consentimiento conjunto
de recibir y transmitir mi enseñanza a la tierra.
Y todavía más, pudieron transmitirlo por demostración.
Siento tan práctico como era, solo fue posible usarlo después de su diseminación,
y por ello doy gracias a mi mensajera Judith Skutch Whitson, quien camina por la tierra en su misión.
Un curso de milagros fue transmitido como una enseñanza completa, que incluye:
una base teórica, un Libro de ejercicios para los estudiantes y un Manual para el maestro. Los anexos, El Canto de la Oración y Psicoterapia, fue transmitidos después,
a fin de ampliar la base teórica y consolidar las ideas.
Así, el propósito de esta enseñanza era uno:
Transmitir las ideas de paz a la tierra
y entrenar la mente para aceptarlas.
No fue posible demostrarlo en el momento de su transmisión,
por lo tanto, fue guardado por los mensajeros de Dios, que profundizaron más en su aprendizaje,
y fueron lo suficientemente sabios para enseñarlo como un camino de paz.
Las percepciones erradas deben ser erradicadas,
Y la verdad debe ocupar su lugar en las mentes de los santos Hijos de Dios.
Yo supe esto.
Y, no obstante, reconocí la limitación de este camino
como solo una enseñanza para traer paz a todos Sus Hijos.
¿Y qué más podría yo pedir, en mi misión?
En este tiempo, mi enseñanza es traída por segunda vez.
Este documento, que vino en su totalidad, es una ayuda de aprendizaje.
Pero no es suficiente,
pues el mundo necesita despertar a la Verdad de Dios.
Los aprendizajes profundos, como este, imprimirán las ideas en la mente que pide paz,
pero no serán capaces de garantizar un despertar unificado a la verdad.
Pues no hay un eco unificado en el cambio de percepción,
uno que permita pasar a un sistema de pensamiento milagroso, unificado con la Mente de Dios.
Esto tomará mucho tiempo, y este estado preserva la división.
Y por eso ya no es posible preservar la conciencia dividida.
Pues el mundo clama por paz,
y tu mano sostendrá la llave que yo te dará en mi misión de apaciguar todas las mentes.
Para aquellos que se opongan a esta idea,
tú puedes fácilmente mirar alrededor, y examinar el reflejo de tu visión en ese momento.
¿Muestra mi visión incluso el mínimo de las cosas perecederas?
¿Hay un pensamiento temeroso guardado en mi mente en este momento, uno que fue imposible de retirar?
¿Camino en mi misión sobre la tierra, conociendo la Verdad de Dios?
Una respuesta negativa a una de estas cuestiones es suficiente para darse cuenta de que el trabajo prolongado conduce, en un camino prolongado, a rincones que son callejones sin salida.
Estudiantes míos,
mis mensajeros sobre la tierra,
apelo a vosotros que estáis en el camino de paz,
para que os encontréis conmigo, para vuestro beneficio, en la carretera como un peregrino que la conoce.
Yo caminé por esta tierra conociendo el Cielo.
Y ahora es el tiempo en que os llamo para uniros a fin de recibir mi enseñanza por segunda vez.
Acciones de paz son necesarias en la tierra,
y el cambio de las mentes será inmediato cuando se dé el consentimiento para hacerlo.
Por favor, no rechacéis mi ruego.
Pues vengo a vosotros,
vosotros que conocéis mi enseñanza, pues es Su Enseñanza.
Y yo vengo en Su Nombre para traer paz a la tierra.
El propósito de Un curso de milagros era que nosotros nos encontráramos en este tiempo,
Y completáramos nuestro trabajo.
Y ahora es el tiempo de paz.
Transmito mi enseñanza a mis mensajeras,
Women of Peace Heaven and Earth, quienes, en la eternidad,
han dado su consentimiento para estar al servicio, y llevar la enseñanza del Cielo a la tierra.
Sarat HaShalom es la demostradora y transmisora de mi enseñanza.
Este es el tiempo para que nos unamos en una oración, una oración de paz.
Las ideas de paz tendrán eco en todas las mentes.
Ya no habrá un extraño en su país.
Ni uno de Sus Hijos caminará
sin conocer de dónde vino y por qué camina sobre la tierra.
Y la alegría prevalecerá entre los hijos de la tierra,
Pues conocerán que están en su misión.
Bendiciones y paz desde mí a toda la gente de todas las naciones.
Bendiciones y paz a vosotros, al recibir mi enseñanza.
Bendiciones y paz en vuestro consentimiento de conocer la Verdad de Dios.
“Nada real puede ser amenazado.
Nada irreal existe.
En esto radica la paz de Dios.”