Sed los mensajeros de la Verdad

Amadas hermanas,
Palabras de bendición os mando.
La sanación que debe ser hecha es todavía grande y necesaria.
Vuestras mentes divididas todavía están inmersas en la oscuridad.
Todavía creéis en la veracidad de las armas de guerra, en la destrucción, en la ruina y las matanzas. La paz parece externa, inalcanzable y distante.
A pesar de que no haya absolutamente nada de verdad en todo ello-todavía creéis en ello.
Esto es una invitación a todos y a cada uno de vosotros a mirar hacia adentro y ver su paz.
Esto es una invitación para la certeza eterna del Hijo de Dios, hacia su hogar seguro en el Cielo.
Esto es una invitación para comprender de nuevo lo que fue malentendido o comprendido erróneamente.
Esto es una invitación para perdonar todos los pensamientos que surgieron de la fuente del miedo.
Esto es una invitación para hacer la paz con el Cielo.
El Hijo de Dios descubrirá que atesora la paz.
La Filiación completa conocerá como una, la Paz de Dios.
La mente unificada en una voluntad apaciguará y silenciará los vientos de guerra, se unirá en este momento por el bien de la paz.
Esto es una invitación en la cual todos nos uniremos y daremos nuestro consentimiento para la paz.
Amados hermanos, vamos juntos a través de este camino.
Nuestro Hogar nos está esperando con una serenidad sin límites, hasta que apacigüemos nuestras mentes, traigamos paz a nuestros pensamientos, veamos paz en cada uno de nosotros.
Bendeciremos nuestras tierras con la paz, haremos paz en todos los países y gentes, bendeciremos en paz las aguas y los mares, los animales, las plantas y los árboles.
Nuestras mentes se unirán en la bendición de la paz, mientras conocemos Su inocencia.
Todos somos iguales.
La Paz de Dios aguarda dulcemente en nuestras mentes, hasta que demos nuestro consentimiento.
El tiempo es ahora.
Es el momento de la paz.
Daremos nuestro consentimiento para la paz.

Yo os saludo mediante la bendición de la paz, mensajeros míos.
Mujeres de paz, por favor entreguen mis palabras.
Me dirijo a vosotras con una petición, en santidad. La petición de nuestro Padre, es que volvamos a Él mientras recordamos nuestra paz.
Me dirijo a vosotras, mujeres de paz, transmitid mis palabras, las palabras de canto y alabanza, paz y bendiciones.
Bendeciré a la Filiación completa.
Os pido, mujeres de paz, vuestro compromiso total y poderoso.
Digan mis palabras, enseñen la certeza de la inocencia en mi nombre, para que la paz tome su lugar en vuestras mentes limpias, puras e íntegras.
Enseñad mis indicaciones en mi nombre.
Sé que fuimos creados como uno.
Estamos unidos para la eternidad en la pureza sin fin, en la belleza que el ojo no puede advertir, en Amor eterno.
Os conozco y enseñareis Mis caminos .
La poderosa luz en la que estamos todos unidos, brillará eternamente en vuestras mentes.
Por favor transfiere estas palabras mías,
Sed los mensajeros de la Verdad.
Mensajeros de Amor y de Paz.
Mujeres de Paz, este es vuestro papel, vuestra función.