La destrucción del Templo

Camino por senderos de una tierra devastada,
Por sucias calles.
Camino y veo el fuego de la destrucción creciendo desde el hogar.
Veo que todos los objetos sagrados han sido saqueados, profanados, destruidos y destrozados.
Y sé que nada ha sido profanado.
Y sé que la Casa de Dios sigue intacta.
Veo la angustia de la destrucción y el dolor de la expoliación.
Y sé que hay amor en todas las cosas.
Mis amados hermanos,
¿Vais a permitir que los ojos del cuerpo os desvíen del camino?
¿Vais a permitir que los ojos del cuerpo os cuenten los horrores del mundo?
¿Vais a permitir que los ojos del cuerpo determinen el destino de un hermano?
Durante los días de saqueo, matanzas, destrucción y duelo,
Conoceremos a Dios en su Amor.
Es tiempo de paz.
Es tiempo de reconciliación.
Es el tiempo en el que nos exhortamos a ver ,
Pues la visión del cuerpo no significa nada.
Con los ojos del mesías miraremos el mundo,
Y pediremos por la paz.
Y garantizaremos la paz de Dios a todos y a cada uno.
Es el momento de despertar con alegría hacia nuestro hogar
El cual está intacto, porque jamás fue destruido.
En este momento el glorioso despertar está latiendo en tu mente.
En este momento, las puertas se abrirán y os congregareis mediante una gran bendición en Su Puerta.
Tu Padre , es El que espera tu vuelta.
Yo pronuncio las palabras de amor, para que toda la Filiación sepa que la paz ha llegado.