Gratitud y bendiciones,
bendiciones y gratitud por vuestra
dedicación. Mensajes procedentes
del Cielo llegan a tu mente para ser
entregados. Mensajes de paz.
Pronuncio mis palabras para que
todo el mundo escuche una verdad
eterna que jamás ha cambiado y
será la única en tu mente para
siempre.
Escucho vuestra llamada y la
respondo.
La verdad corregirá todos los
errores. Así muchos errores serán
corregidos en un instante.
Caminé por esta tierra y enseñé
mensajes de amor y paz.
Inmensas luces me acompañaron
en mi camino y me instruyeron
para enseñar y demostrar amor y
perdón.
Entre mis discípulos había algunos
que entendieron que mi enseñanza
era diferente de la enseñanza
común en aquéllos días.
Y algunos otros me vieron como un
rebelde y no entendieron los
mensajes que hablaban todos
acerca del amor.
Los errores no ocurrieron a la hora
de entenderlos sino más bien en
aceptarlos y acordar de ver el amor
único en el cual todos somos uno y
en el que fuimos creados.
Las mentes que rechazaron
aceptar esta idea estaban llenas de
miedo y proyectaron sobre mi
todas las ideas de miedo y terror
hasta que me imaginaron como un
gran pecador.
Yo no escogí hacer nada sino
demostrar amor infinito.
Sabía que cada una de las
creaciones de Dios era mi
hermano.
Sabía que no podíamos estar
separados el uno del otro. Sabía
que a pesar de que me vieran
como un pecador y un rebelde, la
verdad era una para todos, y en el
amor no estamos separados.
Es sólo el miedo el que ciega sus
ojos y oscurece sus pensamientos.
Así que perdoné a todos y a cada
uno de ellos, por todo.
Yo perdoné puesto era la único que
se me pedía hacer. Esto es lo
único que podía enseñar
demostrándolo.
Mi perdón fue completo, así como
mi amor.
No tenía objeciones, sino
aceptación.
Seguí el camino de la luz y recurrí
a todos para que me siguieran
porque ellos son mis hermanos.
Mis mensajes no fueron
entendidos en aquél tiempo y las
voces del miedo buscaron
silenciarlos.
Es imposible que la radiante y
amorosa verdad pueda ser
silenciada y escondida.
Esto no es posible.
Porque la verdad brillará en todas
las mentes y sanará también a
aquéllos que rechazan aceptarla.
Los errores pasados serán
corregidos. Este es un tiempo de
paz.
Tiempo para perdonar y renunciar
a los pensamientos de pecado y
sacrificio.
No estoy aquí para expiar
vuestros pecados.
No existen los pecados.
Estoy aquí para enseñarte a
perdonar.
Estoy aquí para llamarte para que
vuelvas a casa.
Estoy aquí para reunir todos los
errores y reemplazarlos por una
única y eterna verdad, que brilla en
la luz del amor, la luz de la
divinidad.
Estoy aquí para recordaros el
hogar que habéis olvidado.
No me veáis más como un
símbolo de la expiación.
La expiación a vuestro entender,
es que no hay pecados.
La Luz del perdón envuelve a la
Filiación completa.
Descansa de los pensamientos de
pecado, es tiempo para la paz.
Reuniros todos y volved como uno
a la casa de vuestro Padre. Yo os
invoco.
Os recuerdo el camino.
Esta es mi única función.
Hablaré más a vuestras mentes
cuando estéis de acuerdo.
Os doy las gracias por vuestro
acuerdo.