Un Curso de Milagros lecciones 57-63

Un Curso de Milagros lecciones 57-63
Velada para la comunidad – Rosh Jodesh Tevet – Primer día del Mes Tevet

Mis buenos alumnos, amigos conocidos que caminan conmigo, y a mis puertas llegarán a estudiar el orden del perdón y la paz,
A vosotros, alumnos míos, dictaré esta lección sobre el perdón. Pues este viene a enseñarnos sobre la paz, entregándonos el regalo de nuestro perdón al conocerlo a Él.

Mis buenos alumnos, mis hijos leales, fui diligente y dedicado para traer al mundo todo lo que me Han Enseñado.
Y llegará el momento en la tierra donde entregaré Sus Lecciones una por una, de manera muy abreviada, porque llegó el tiempo adecuado para que la orden de paz se entregue tal como es y poder utilizarla.

Comencemos éntonces conciendo la idea del perdón, porque esta es la base para ser Hijo de Dios que cumple su misión en la tierra.
No es posible compartir con Dios pensamientos de dolor y pérdida, culpa y ataque.
No es posible salvarse de estos pensamientos uniendo la mente porque estos pensamientos permanecen siempre en una mente asustada y solitaria donde el hijo de la tierra regresa nuevamente, negándose a renunciar a su control irrazonable sobre el cuerpo y a percibirlo como un gobernante tirano.

Siendo así, sólo una renuncia total permitirá su completa salvación. No obstante entrenar la unión de la mente, aunque sea por momentos permitirá que el hijo de la tierra pueda recordar quien es.
Entonces hijos míos, nuestra lección sobre el perdón es conocer totalmente que el don del perdón es uno para todos Sus Hijos.
Esta es una idea que al conocerla en su totalidad podemos redimir a todos nuestros hermanos que caminan en la oscuridad.
Este es el conocimiento en el que toda la luz se difundirá y brillará más allá de todos los mundos errantes que olvidaron El Cielo.
Hijos míos, amados míos, ha llegado el momento de conocer al Hijo de Dios tal como es.
Al mismo tiempo bendecir en la Bendición de Su Amor.
Ha llegado el momento de perdonar como nos enseñó Nuestro Padre, en la eterna inocencia del Hijo tanto en el cielo como en la tierra.

Entonces ¿qué es ese aferro al rencor sin parar y mantener su mente en lamentos y dolor?
¿Por qué elegiría preservar esta forma de existencia en lugar de ascender a su misión una?
Cuando intentamos responder a estas preguntas, descubrimos que no hay ningún beneficio real en preservar esta forma obstinada de pensar que sólo da sufrimiento a cambio de una falsa promesa de poder y control.
Mis hijos nobles, mis alumnos leales, usemos Su Regalo otorgado por medio de Su Delegado que reside en nuestra mente.
Demosle gracias al encargado porque ya no podremos creer en falsas promesas de horror que provee la mente pequeña.

Mis hijos puros, deseé vuestra paz,
Así dirán: ¿Esto nos enseña estudios de justicia y derecho anular toda voz que clama su dolor en la tierra ?
Os digo hijos míos, diré y explicaré que el perdón es una idea completa.
No hay sin él y no hay salida de él, porque Uno es Su Hijo, Uno en el cielo y uno en la tierra.
Y por eso, hijos míos, no guardemos rencores que no tienen sentido. Pues el mundo que guardamos nuestro aprendizaje con dolor será siempre una imagen falsa de los pensamientos de paz. Mientras nuestra mente que perdona verá siempre La Imagen de Su Inocencia en todos los hermanos.
Y ésta, hijos míos, será la imagen que quisieramos conservar. Porque es la más hermosa de cualquier visión vista en sus ojos tiernos.

Siendo así, adoptemos hoy en nuestras mentes tiernas una idea de luz brillante proveniente de la unidad del perdón.
Traigamos hoy las ideas de paz a nuestra mente en forma absoluta, como si fueran las únicas que existen.
La luz del mundo brinda paz a todas las mentes a través de mi perdón.
Doy mi consentimiento para conocer que soy luz.
La Luz de Dios brilla a través de mi a todas las mentes e ilumina el mundo.
Despertaré a mi luz hoy.
Profundicemos cada vez más en estas ideas y entreguemos su verdad e integridad a todos nuestros hermanos en la tierra y en el Cielo.
Porque esta es nuestra misión y esta es nuestra función.
Y no podemos extender de ellos excepto con nuestro completo conocimiento de Aquel que nos creó en Su Inocencia perfecta.
Y así hijos míos, profundizaremos más y más en nuestro perdón porque es puro y santo en nuestra mente sagrada.
Nuestro trabajo en la tierra es inmenso
Aunque no es suficiente un momento cuando nos exponemos a la verdad.
Pero un momento de aceptación es suficiente para todos los tiempos.
Mis hijos bendecidos, portaré vuestras oraciones en luz.

Llegó la luz, perdoné al mundo.
Llegó la luz, que sean uno en vuestro perdón.